sábado, 27 de enero de 2018

Adiós

"Los amores cobardes...  (SR)

Rompecabezas
de una cierta tristeza
desangelada,
que nos enlaza
con la terca coraza
de su mirada.
Fuimos apenas
el jirón de una pena
desgarradora,
amargo fruto
del más breve minuto
de largas horas.
Dos soledades
de ruinosas ciudades
en cuarentena,
como dos ríos
que tiritan de frío
sobre la arena.
Tan sin abrigo,
como dos enemigos
del mismo bando,
que no han sabido
enfrentar al olvido,
como ni cuando.
Las cicatrices
de las horas felices
vendrán conmigo.
Adiós, me dices,
como dos aprendices.
Adiós, te digo.


Del libro Oceanario.
Fotografía: Kataryna Rzeszkowska.

viernes, 26 de enero de 2018

Nicanor

Chile - 1914 / 2017

Ha muerto Nicanor, antipoeta,
"cabeza fría, corazón caliente",
con tres cruces de versos en la frente,
a toque de retreta.
El viento de la vida en la veleta
detuvo su trajín, eternamente,
y el tiempo, cuesta abajo en la corriente,
puso llave a la puerta más secreta.
Tenaz "tierrafirmista decidido",
no podrá la cizaña del olvido
lograr que la palabra quede quieta.
Te has ido Nicanor (mentira vana,
ayer por la mañana).
El hermano más hondo de Violeta. ©

Recitado en Radio UAI.

martes, 23 de enero de 2018

Palomas

Sin encono de almas me despido,
ni esquirlas en los dedos,
ni miedos
ni acechanzas de latido.
Dejemos este amor recién nacido
librado el exorcismo de sus credos
en ruedos
venturosos del olvido.
Aquello que fue luz y pena oscura,
conjura

de pasión y desconsuelo,
huyó como un corcel desobediente
dejándome en la frente
palomas al desbande de su vuelo.


Del libro Llevarás en la piel.
Fotografía: Tommy Cavarela.

domingo, 14 de enero de 2018

Tinta y papel

"Una mujer se ha perdido
compartir el delirio y el polvo"  (S.R.)

Entre tinta y papel me consuelo,
mal escribo tu nombre marchito
y te quito del centro del cielo,
como un grave delito.
Letanía de amor paralelo,
de pasión y apetito,
que no cabe en tu blanco pañuelo
ni en la gota de llanto infinito.
Pena mía,
soledad de liviana porfía
que en tus besos ayuna.
Sólo queda quemar vela y nave,
dar dos vueltas de llave
y esperar que se ponga la luna. ©

Del libro Oceanario.

sábado, 13 de enero de 2018

Amor sin barreras

Manhattan se apenumbra, solamente
la luz de unas bombillas
y en medio de la noche dos pandillas
entorpecen el paso de la gente.
Montescos de furor, salvajemente,
a fuerza de rencores y rencillas,
despliegan sevillanas y cuchillas
con malicia creciente.
Un “yanky” se enamora de María
y hasta el último día                                                         comparten un amor de mala suerte.
El odio, religión de amargo fruto,
exige su mitad de sangre y luto.
Como siempre al final gana la muerte. ©

Del libro Llevarás en la piel.

Fotograma de la peli West side story.

jueves, 11 de enero de 2018

Y tu te irás

"Y tu te irás.
Y seguirán los pájaros cantando", *
la lluvia puntillosa en los cristales
entonará su salmo de tristeza.
Ha de brotar la flor, igual que siempre,
y el beso de tu boca
alumbrará con celo de nostalgia
la lánguida vigilia de la noche. 
Ritual de reincidencia que repite
el eco de tu nombre,
lo mismo que la blanda letanía
del vano catecismo de la ausencia.
"Y tu te irás.
Y seguirán los pájaros cantando".

(Siempre) Para María Julia Mariño.

* Sobre un poema de Juan Ramón Jiménez.

miércoles, 10 de enero de 2018

Siempre

Tengo un vago recuerdo de la ropa tendida
en el fondo de casa
y una joven muchacha aromando a vainilla
los orondos manteles y las sábanas blancas.
Más liviana que el aire, la sostiene la brisa,
y si cierro los ojos me parece que canta
con un tono bajito de nostalgia sencilla,
vidalitas y zambas.
Otoñal de memoria, se confunde en mi risa,
mariposa celeste de pacífica alas
bajo el sol de septiembre.
Artesana de besos, defendiendo la vida
del dolor que desarma

y al arribo del sueño me parece que vuelve. ©

Del libro Llevarás en la piel.

jueves, 4 de enero de 2018

La Reina y el hombre rana (Cuento naval)

Se puso vestimentas de hombre rana,
snorkel y visera,
y saltó al manantial de la pecera
por salvar a la Reina soberana.
Dio la vuelta manzana
portando una espadita de madera
y la dama del agua, prisionera,
le abrió su corazón como ventana.
—No temo a tiburones, dijo el buzo,
ni al bagre ni al merluzo
y se lanzó a nadar corriente arriba.
En la rada del puerto más lejano
la tomó de la mano,
como novios de amor a la deriva.

Del libro de poemas Oceanario.
Dibujo a medida: Roberto Marín.